sortida: 2016/05/22
fotografies: Fidel i Neus
text: Elisabeth
Salimos a las 7 de la mañana del Siglo XX dirección a Manresa, en el Parc de l´Agulla dejamos un coche y nos dirigimos con los otros vehículos a Balsareny donde dejamos los coches e iniciamos la excursión.
Pero antes un poco de historia.
Durante los años 1335 hubo una gran sequía en la zona de Manresa la población paso hambre y penurias, el consejo de la ciudad decidió construir una séquia que llevara el agua del río Llobregat hasta la ciudad, desde Balsareny a Manresa. La séquia de Manresa es una de les obras de ingeniería más importantes realizadas en el Bages durante la Edad Media. Sirvió para acabar con los problemas de sequía en la ciudad, se acabó de construir en el año 1383. Tiene un recorrido de 26,7 km i un desnivel de 10 metros, fue proyectada por el ingeniero Guillem Catà. El recorrido es de unas 6 horas.
Tenemos en nuestra derecha el precioso Castillo de Balsareny con unos preciosos campos de trigo y amapolas. Pasamos por la esclusa de los manresanos en el pueble de Balsareny y seguimos caminando en el mismo sentido que el agua. Pasamos por las minas de sal, parece un paisaje lunar.
A media tarde un regalo del cielo una fuerte tormenta, que duró poco. Ya acabando encontramos el Mas de Sant Iscle. Y llegamos a nuestro destino final, a la desembocadura de la Séquia al Parc de l´Agulla que entró en funcionamiento en 1974. Aquí descansamos tomamos una copa de cava, los conductores con el vehículo que habíamos dejado por la mañana fueron a Balsareny a recoger los vehículos y regresamos todos a casa, muy cansados pero contentos de disfrutar del regalo de la mano del hombre y la naturaleza.
Tenemos en nuestra derecha el precioso Castillo de Balsareny con unos preciosos campos de trigo y amapolas. Pasamos por la esclusa de los manresanos en el pueble de Balsareny y seguimos caminando en el mismo sentido que el agua. Pasamos por las minas de sal, parece un paisaje lunar.
A media tarde un regalo del cielo una fuerte tormenta, que duró poco. Ya acabando encontramos el Mas de Sant Iscle. Y llegamos a nuestro destino final, a la desembocadura de la Séquia al Parc de l´Agulla que entró en funcionamiento en 1974. Aquí descansamos tomamos una copa de cava, los conductores con el vehículo que habíamos dejado por la mañana fueron a Balsareny a recoger los vehículos y regresamos todos a casa, muy cansados pero contentos de disfrutar del regalo de la mano del hombre y la naturaleza.
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